El 20 octubre de 2010 una patota dispara contra manifestantes del Partido Obrero que junto a un grupo de trabajadores tercerizados reclamaban sobre las vías la regularización de su situación laboral. Uno de los disparos acabó con la vida del joven militante del PO Mariano Ferreyra. A raíz de este homicidio, fueron procesados y encarcelados numerosos dirigentes de la Unión Ferroviaria.
Hoy, 20 de octubre de 2016, en la esquina de Perdriel y Luján, en el barrio porteño de Barracas, donde cayó abatido Ferreyra hace 6 años, el dirigente Jorge Altamira sostuvo que la muerte del "compañero más querido del Partido Obrero" abrió "un periodo histórico nuevo en la historia de la lucha popular en la Argentina".
Escuchando las palabras del dirigente del Partido Obrero, había otros damnificados por el accionar de la patota de Pedraza, entre ellas Elsa Rodríguez, quien recibió un disparo en la cabeza y quedó con secuelas irreversibles de esa agresión.
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